Los minutos de la noche entre amigos parecen avanzar al mismo ritmo con el que se vacían y se vuelven a llenar las copas. Quizás suene una guitarra o tal vez sea la conversación fraternal la que haga vibrar las cuerdas del alma. Para muchos argentinos, la mesa es el suelo fértil en el que florecen las amistades a fuerza de asados, trasnochadas y vinos.

De todos modos, estudios de mercado indican que el consumo de la bebida se redujo en el país (hace 20 años, rondaba los 90 litros anuales per cápita, mientras que ahora es de 25). Es cierto, hoy muchos prefieren tomar menos, pero pagar más: en vez del tinto áspero pero amigable que se solía beber con cada comida diaria, eligen ocasiones especiales para desembolsar lo suficiente y disfrutar de una bebida de mayor calidad.

Además, durante años, la industria vitivinícola pareció haber tenido poco interés en publicitar sus productos, lo que afortunadamente ya no ocurre. Un ejemplo de esto es el Día Mundial del Malbec, una propuesta que surge de las bodegas argentinas para fortalecer su producto emblemático en el mundo y en el país ¡Buena ocasión para brindar!